sábado, 30 de noviembre de 2013

Presentación del Tema 4


Aquí tenéis la presentación del Tema 4 y la lista de conceptos y personajes. Recordad que el plazo de entrega del vocabulario y biografías de la 1ª evaluación es la semana del 9 al 13 de diciembre

CONCEPTOS: luddismo, conciencia de clase, sociedades de socorros mutuos, sindicatos, cartismo,  Carta del Pueblo, socialismo utópico, falansterio, New Lanarck, socialismo científico o marxismo, materialismo histórico, lucha de clases, revolución proletaria, sociedad comunista, alienación, anarquismo, anarcocolectivismo, anarcocomunismo, anarcosindicalismo, propaganda por el hecho, AIT, Comuna de París, I Internacional, II Internacional, SPD, revisionismo.

BIOGRAFÍAS: Capitán Ludd, Capitán Swing, Robert Owen, Charles Fourier, Pierre-Joseph Proudhon, Mijail Bakunin, Piotr Kropotkin, Karl Marx, Friedrich Engels, Pablo Iglesias, Louise Michel, Jean Jaurès, Ramsay MacDonald, Keir Hardie, Ferdinand Lassalle, Karl Kautsky, Eduard Bernstein, Rosa Luxemburgo, Karl Liebknecht

Diferencia entre Estado federal y confederación

La semana pasada cometí un error al explicar la diferencia entre Estado federal y confederación. He encontrado este interesante artículo de Francesc de Carreras, catedrático de Derecho Constitucional en la Universitat Autònoma de Barcelona, en el que se aclaran estos dos conceptos. Ya no me volveré a equivocar ;) 

¿ESTADO CONFEDERAL? IMPOSIBLE
LA VANGUARDIA, 24/10/2012

A los efectos de poseer conocimientos, es mucho mejor estar en el error que en la confusión. Alguien creo que dijo esto o algo muy parecido. Y si nadie lo ha dicho, tal afirmación me parece un acierto. El error te permite rectificar si te convencen nuevos argumentos. En cambio, la confusión implica siempre un desorden mental que te recluye en un laberinto sin salida. 

La confusión suele comenzar por el mal uso de las palabras. Es lo que sucede con los términos confederal y federal. Política y jurídicamente se trata de conceptos de naturaleza distinta. Sin embargo, con demasiada frecuencia se considera que sus diferencias son sólo de grado: en el Estado confederal, se dice con algo de razón, los territorios que lo componen gozan de mayor autonomía que en el federal. Pues bien, la confusión ya empieza ahí: una confederación no es ni siquiera un Estado, por el contrario una federación sí lo es. Veamos. 

Los rasgos básicos de una confederación, expresados de forma muy sucinta, son los siguientes. En primer lugar, su fundamento jurídico es un tratado internacional, dado que los sujetos que lo constituyen son Estados soberanos que siguen conservando su soberanía. En segundo lugar, las instituciones de una confederación -normalmente una asamblea como órgano superior de la cual depende un órgano ejecutivo- están compuestas por delegados de los estados miembros que actúan a la manera de embajadores de éstos y, por tanto, sometidos al mandato de sus gobiernos respectivos. En tercer lugar, las normas y los actos políticos que emanan de la confederación obligan sólo a los estados, los cuales se encargan, en su caso, de que sean respetados por sus ciudadanos mediante el ordenamiento jurídico interno. Las relaciones jurídicas se establecen, por tanto, entre la confederación y los estados que la forman, no entre la confederación y los ciudadanos de cada uno de estos estados

Así, la ONU o la OTAN, que tienen, aunque sea débilmente, naturaleza confederal, no imponen directamente obligaciones jurídicas a los ciudadanos españoles, sino sólo de forma indirecta mediante mandatos al Estado español. Por otro lado, la pertenencia a estas organizaciones no supone renuncia alguna a la soberanía exterior de España sino, simplemente, implica la cesión del ejercicio -no la titularidad- de algunas competencias al ratificar los tratados respectivos. Por tanto, la confederación no tiene naturaleza estatal, dado que está regulada mediante un tratado internacional y no por una norma de derecho interno.

En el Estado federal, por el contrario, la soberanía no reside en los territorios que lo integran, sino en el conjunto del pueblo, es decir, en todos y cada uno de sus ciudadanos. No se funda en un tratado sino una constitución emanada del poder constituyente que reside, precisamente, en dichos ciudadanos, individuos libres e iguales. Esta constitución, norma suprema, determina dos esferas de poder: una corresponde al Estado central, es decir, a la federación, y otra a los estados miembros (también denominados länder en Alemania o Austria, cantones en Suiza, provincias en Canadá o comunidades autónomas en España). A su vez, cada una de estas esferas tiene sus propias instituciones públicas que regulan y gobiernan su propio ámbito de competencias garantizando derechos e imponiendo obligaciones directamente a sus ciudadanos. Por último, los parlamentos de los estados federales suelen estar compuestos de dos cámaras representativas de los ciudadanos: una al conjunto de todos ellos, otra a los de cada estado miembro.

Pongamos el ejemplo de Estados Unidos, el primer Estado federal. La soberanía reside en el pueblo, no en los estados. Recordemos las primeras palabras de su texto constitucional: "We the people of the United States...". La Constitución es, pues la expresión máxima de la voluntad de todo el pueblo y, por tanto, es la norma jerárquicamente superior a las demás, garantizada por los jueces. Desde el punto de vista institucional, el presidente, el Congreso y el Tribunal Supremo son los máximos órganos federales, mientras que el gobernador, el Congreso y el Tribunal Supremo de cualquiera de los estados que lo componen (por ejemplo, California), son los máximos órganos en su ámbito territorial. En el Senado -que junto a la Cámara de Representantes forman el Congreso- están representados los ciudadanos de los estados. 

Así pues, en la confederación la soberanía reside en los estados, en la federación en los ciudadanos. En la confederación se regula el derecho de secesión de una parte, en un Estado federal no hay derecho de secesión porque la soberanía reside en un todo, en el conjunto de los ciudadanos. ¿La independencia de Catalunya puede consistir en que España pase a ser un Estado confederal? Imposible. Primero, porque como hemos visto una confederación no es un Estado. Segundo, porque hay que ser un Estado soberano para proceder a confederarse con otro. Por tanto, vayamos por orden: conseguir un Estado propio es previo a confederarse con otros estados. La confederación no es una variable del Estado federal, sino una institución de naturaleza muy distinta.



Nota: El subrayado es mío

Dos ejemplos históricos: 

La Confederación Germánica fue un conjunto de Estados alemanes soberanos surgido del Congreso de Viena.  Actualmente Alemania es un Estado federal, dividido en Länder (Estados)

CONFEDERACIÓN GERMÁNICA



REPÚBLICA FEDERAL ALEMANA



En 1861 varios Estados del Sur de EEUU se separaron de la Unión (del Estado Federal) y formaron los La Confederación de los EEUU. Éste fue el comienzo de la llamada Guerra de Secesión de EEUU: 

CONFEDERACIÓN DE EEUU


Sobre los orígenes del nacionalismo




Aquí tenéis una interesante entrevista al historiador Javier López Facal en el programa de radio de RNE La Historia de cada día. En ella se trata del origen del nacionalismo en Europa



Y en este otro espacio se trata del origen del nacionalismo español, al hilo de la publicación del libro Historia de la nación y del nacionalismo español. En él intervienen algunos de los historiadores que han participado en su redacción, como Andrés de Blas Guerrero, Juan Pablo Fusi y Antonio Morales: 


Algunas caricaturas del Congreso de Viena

Las viñetas satíricas son una extraordinaria fuente para el estudio de la historia, pues muestran la visión de los contemporáneos sobre los acontecimientos y nos permiten ver cómo se vivieron determinados hechos desde puntos de vista diversos. Aquí tenéis unas cuantas caricaturas sobre la restauración y el Congreso de Viena. Todas ellas son francesas, por lo que nos muestran el punto de vista francés sobre lo que se vivió en Europa entre 1814 y 1815. Los personajes se repiten, pero las ideas son claras: hubo algunas potencias que resultaron enormemente beneficiadas y el regreso de Napoleón fue temido por todos. He incluido algunos enlaces extra por si a alguien le apetece averiguar más sobre alguna viñeta y se atreve a compartir lo que descubra.  

LA RESTITUCIÓN O A CADA UNO LO SUYO (1814)
Satire on the re-ordering of Europe after the fall of Napoleon: eight crowned heads of Europe (numbered and explained in a key underneath) pull apart and re-order a map of Europe, while Cambacérès and other officials of the fallen régime exit through the back door.   Autumn 1814
Hand-coloured etching


http://www.histoire-empire.org/docs/caricatures/restitution.htm

Ésta es una imagen satírica de la restauración en Europa: ocho monarcas europeos están desmontando el mapa de Europa y reordenándolo, mientras varios oficiales del ex- Imperio Napoleónico salen por la puerta de atrás. Los monarcas representados son: 

1. Fernando VII, que lleva el mapa de toda la Península Ibérica y se lamenta de la mala situación de su reino)
2. El rey de Prusia está recogiendo piezas de un castillo de juguete que tiene el nombre de Erfurt (donde tuvo lugar una reunión secreta entre el zar Alejandro I y Napoleón) y dice " Si encuentras algo bueno, lo coges". De su bolsillo salen unos rollos de pergamino con los nombres Saissels y Rosbac. 

3. El Emperador de Austria separa los Países Bajos del mapa y dice "Necesito esto también", aunque finalmente no se quedó con este territorio. Además ha metido en el saco partes de Polonia, Alemania e Italia y también tiene Venecia y Piamonte en sus bolsillos. 

4. Luis XVIII aparece pasivo y débil, esperando algún territorio,  y dice"Sin embargo, esto debería ser para mí"
5. El zar Alejandro I está devolviendo a Luis XVIII su corona y le dice "Coge esto ahora. Podrás coger el resto más tarde", pero sin soltar el mapa de Francia. 

6. Napoleón aparece todavía sentado en su trono, pero parece afligido y dice "Gracias a vosotros, ya no tengo nada"
7. El Duque de Wellington dice satisfecho "He estado esperando mucho tiempo este momento"

El resto de personajes son antiguos ayudantes de Napoleón y aparecen desertando: Murat (8) dice "A ver qué me dejan". Los otros, Villevieille (9), d'Aigrefeuille (10) y Cambacérès, se largan por la puerta de atrás. Villevieille dice "¿Vamos a irnos antes de que nos lo digan?", d' Aigrefeuille dice "¿Por dónde?" y Cambacérès dice "Seguidme, por esta puerta". Cambacérès lleva un documento que dice "dimisión por huida", que hace referencia a  cómo se quitaron de en medio tras el exilio de Napoleón a la isla de Elba. 

Más información en el siguiente enlace: 



EL CONGRESO

Caricature of the Congress of Vienna, the precursor of all international summits. 
As the Prince de Ligne famously remarked: ‘Le congrès danse, mais il ne marche pas.’

Fuente: 


En esta imagen aparecen algunos de los principales protagonistas del Congreso de Viena: 

A la izquierda, Talleyrand, el representante francés, está apoyado sobre la pared y observando cómo los demás bailan. Se le representa como era habitual, con un pie deforme.A su lado se encuentra Castlereagh, el representante británico, bailando solo con una vara o palo la danza inglesa y  también observa a los personajes del centro, los emperadores de Austria y Rusia y el rey de Prusia, que bailan cogidos de la mano. Más a la derecha, el rey de Sajonia se agarra la corona con las dos manos y finalmente, la alegoría de la República de Liguria, que lleva el gorro frigio, "salta por el rey de Cerdeña". 

Talleyrand aparece aislado, observando la alegría de los tres monarcas que se van a repartir Europa tras la derrota de Napoleón. Castlereagh no se mezcla con los demás, porque el Reino Unido no participa del reparto de Europa continental, pero se ha reservado un lugar privilegiado y el control de lugares estratégicos para consolidar su dominio sobre los mares (Malta, Islas Jónicas, antiguas colonias francesas y holandesas). El rey de Sajonia conserva su corona por los pelos, por su cambio de bando a última hora (había apoyado a Napoleón hasta 1814), aunque debió entregar a Prusia la región de la Lusacia. Sin embargo, la República de Liguria "salta por los aires" y desaparece, en favor del rey de Cerdeña, futuro rey de Cerdeña-Piamonte. 

La imagen se lee de izquierda a derecha, como un tríptico: a la izquierda, las dos grandes potencias del S. XVIII, que observan cómo las tres grandes potencias de Europa continental se van repartir los territorios arrebatados a Napoleón y a la derecha, las consecuencias del Congreso, con el restablecimiento del principio de legitimidad dinástica en detrimento de la soberanía de los pueblos. 

La caricatura es principalmente crítica con las grandes potencias absolutistas de Europa Central, pero no demasiado con el Reino Unido. 

Si queréis ampliar la información sobre esta viñeta, aquí tenéis un buen enlace en francés. 


LA BOUILLOTTE  (LA BOLSA DE AGUA CALIENTE)
Satire on the Congress of Vienna: five monarchs sit round a table playing cards for the countries of Europe that serve as counters, while Napoleon interrupts their game.  April 1815
Hand-coloured etching


Cinco monarcas europeos están sentados alrededor de la mesa jugándose a las cartas el destino de los territorios europeos. Napoleón interrumpe el juego, dando una palmada en la espalda a Luis XVIII y ofreciéndose a sustituirle en la mesa de juego. Esta caricatura fue publicada poco antes de la Batalla de Waterloo, cuando Napoleón había regresado a París y había restablecido el Imperio (Imperio de los Cien Días).


LE GÂTEAU DES ROIS (LA TARTA DE LOS REYES), Junio 1815

Satire on the Congress of Vienna: five crowned heads of Europe dispute over a map of Europe while Napoleon cuts off the part with France; Tallerand hides under the table.  June 1815
Hand-coloured etching


Cinco monarcas europeos se disputan el mapa de Europa, mientras Napoleón corta un trozo de Francia y Talleyrand se esconde bajo la mesa con un retrato de Luis XVIII. 

Si queréis más información sobre esta viñeta, consultad el siguiente enlace:

http://www.britishmuseum.org/research/collection_online/collection_object_details.aspx?objectId=1338627&partId=1&searchText=La+Bouillotte&page=1


LA BALANZA POLÍTICA (1815)

Political satire: a large balance, with Wellington and the English loading gold into one scale, and the rulers of Austria, Saxony and Italy putting soldiers into the other; plate 6 from 'Le Nain Jaune' of 15 May 1815. 
Hand-coloured etching



En la parte izquierda se encuentran Wellington y los británicos poniendo lingotes de oro en uno de los platillos de la balanza y en la parte derecha hay una bolsa con dinero, que se están repartiendo diversos gobernantes. 

Wellington dice "Sólo les pagaremos tres chelines por cabeza". A su izquierda hay un ministro británico (del tesoro) que dice "Sólo nos quedan billetes de banco".Delante del ministro hay un fardo con un agujero en el que aparece escrito Bégica. De él salen hombrecillos 

En el centro, el rey de Prusia pone su mano sobre dos cuartos de la bolsa, donde está escrito Sajonia y sus iniciales (F.G: Federico Guillermo) y dice "Cogeré la mitad". Metternich, el canciller austriaco, tiene su mano sobre otra parte de la bolsa, donde está escrito O, Österreich: Austria. La bolsa está rota y de ella salen pequeños hombrecillos vociferantes. Metternich dice "De acuerdo, con la condición de quedarme por debajo del Po". Tras Metternich  se encuentra el zar Alejandro I de Rusia, sentado sobre un barril en el que pone Polonia, hablando con Talleyrand , a quien le dice "Tengo mi trozo de Polonia". No se da cuenta de que el barril está abierto por una parte y de él también están saliendo pequeños hombrecillos, polacos que intentan escapar de su control. Talleyrand dice "Me ofrezco por un luis (moneda". Esto alude a su avaricia y también a su fidelidad a Luis XVIII. En primer plano a la derecha hay otro fardo con la inscripción "Italia", también agujerado, por el que asoman también hombrecillos

La caricatura critica la compra de voluntades por parte del Reino Unido para conseguir sus objetivos en Europa continental y el reparto de territorios entre los principales vencedores de Napoleón. 

LE PÂTÉ INDIGESTE



Cuatro monarcas europeos están sentados a la mesa alrededor de una fuente de paté, de la que sale Napoleón. Del susto, Luis XVIII se cae debajo de la mesa. 

Para ampliar:

MR. TOUT À TOUS OÙ LE MODÈLE DE RECONAISSANCE AU CONGRÈS DE VIENNE (abril 1815) 



En esta caricatura aparece Talleyrand escribiendo a las potencias europeas para pedirles ayuda por el regreso de Napoleón durante el Imperio de los Cien Días. Talleyrand es representado escribiendo al dictado del diablo.

Más información en el siguiente enlace:

http://www.histoire-image.org/site/oeuvre/analyse.php?i=1100

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Presentación sobre la restauración, el liberalismo y el nacionalismo

Aquí tenéis la presentación de la última parte del Tema 3. También os incluyo los conceptos y personajes correspondientes a estos contenidos, para que los añadáis a vuestros ficheros.




CONCEPTOS: Congreso de Viena, Santa Alianza, Cuádruple Alianza, Confederación Germánica, estado tapón, Carta Otorgada, carbonarios, decembristas, pronunciamiento militar, liberalismo doctrinario, liberalismo democrático, Cien Mil Hijos de San Luis, Congreso de Epidauro, Tratado de Adrianópolis, Talleres Nacionales, Joven Italia, Pacto de Plombiéres, camisas rojas, Zollverein, Parlamento de Frankfurt, Pequeña Alemania, Gran Alemania, Guerra de los Ducados daneses, Telegrama de Ems, Guerra Austro-Prusiana, Confederación de Alemania del Norte, Guerra Franco-Prusiana. 

PERSONAJES: Luis XVIII, Duque de Wellington, Metternich, Gómez de Labrador, Talleyrand, Carlos X, Luis Felipe de Orleans, Nicolás I, Luis Napoleón Bonaparte, Giuseppe Mazzini, Giuseppe Garibaldi, Vincenzo Gioberti, Víctor Manuel II, Conde de Cavour, Otto Von Bismarck, Guillermo I. 

No os dejéis esta tarea para el final, que en unos días os pediré vuestro trabajo. Nos vemos mañana. 

lunes, 18 de noviembre de 2013

Napoleón Bonaparte no murió envenenado



Las teorías de la conspiración han difundido durante mucho tiempo la idea de que Napoleón murió envenenado con arsénico durante su destierro en la Isla de Santa Helena. Hasta se especuló sobre quiénes podían haber sido responsables del envenenamiento. En este enlace podéis encontrar los nombres de quienes fueron considerados como principales sospechosos: 


Sin embargo, diversos estudios científicos han confirmado que Napoleón no murió envenenado, sino de un cáncer de estómago, como varios miembros de su familia. El contenido de arsénico encontrado en su cuerpo era alto, como también lo era en muchos de sus contemporáneos, pero no varió a lo largo de su vida y no fue la causa inmediata de su muerte. En estos enlaces podéis profundizar en el historial médico de Napoleón y el diagnóstico final sobre su muerte: 



Y éste es el último estudio científico, publicado por investigadores de la Universidad de Texas: 

Para pensar: la experiencia de la Revolución Francesa


Thinking Person Clip Art




La historiografía dominante ha presentado la etapa de la Convención Jacobina o Montañesa como un periodo de radicalización de la Revolución y se ha atribuido a los jacobinos, encabezados por Maximilien Robespierre, todo tipo de desmanes durante el llamado Terror. Sin embargo, algunas de las decisiones más controvertidas del Terror, como la creación del Tribunal Revolucionario, se habían tomado durante la Convención Girondina. La complicada situación de Francia durante el periodo de la Convención (guerra contra varias potencias extranjeras, conspiraciones de los emigrados, revueltas internas, escasez y carestía de alimentos) llevó a tomar medidas extraordinarias con el fin de salvar los logros revolucionarios y profundizar en reformas que alcanzasen a todo el pueblo y no sólo a una minoría acomodada. Muchos jacobinos, y especialmente Robespierre, tuvieron que colocar en  un segundo plano sus convicciones personales sobre el derecho a la vida, la justicia o la guerra obligados por las circunstancias. Esta experiencia puede servirnos para reflexionar sobre algunas cuestiones: 

- ¿Qué derechos consideramos inalienables ?

- ¿Hasta qué punto hay que defender los derechos de las personas?

- Si la defensa de los derechos que consideramos inalienables encuentra oposición violenta ¿estamos legitimados para defendernos de estos ataques?

- ¿Sería compatible utilizar la violencia para conseguir mayor bienestar para el conjunto de la sociedad y asegurar los derechos inalienables de las personas? 

- ¿Cómo puede hacerse compatible la búsqueda del bien común con el respeto de las voluntades individuales? 

Estas preguntas no tienen respuestas únicas. Se trata de plantearse cuestiones universales y tratar de entender que la lucha por la justicia universal en ocasiones no ha sido nada fácil. ¿Alguien se atreve a pensar?

domingo, 10 de noviembre de 2013

Calendarios revolucionarios




Como estudiamos hace unos días, los representantes de la Convención Montañesa o Jacobina aprobaron un nuevo calendario en 1793, a propuesta del matemático Charles-Gilbert Romme, que fue encargado de buscar una organización más científica del tiempo, más basada en el movimiento de los astros (la Tierra y el Sol) y con mayor relación con las estaciones del año y las costumbres del pueblo. Romme contó con la colaboración de los astrónomos Laplace, Lalande y Delambre e intentó aplicar criterios racionales al calendario, eliminando toda reminiscencia religiosa y adaptándolo al sistema métrico decimal. Por ello, se tomó como punto de partida el número 10 para organizar los días del año y se decidió que éste comenzase el día del equinoccio de otoño (21 de septiembre), que además coincidía con el aniversario de la proclamación de la I República.

- Se estableció que el año I comenzaría el 21 de septiembre de 1792, fecha de la proclamación de la I República por la Convención Nacional. 

- El año se dividió en 12 meses de 30 días, divididos en tres décadas de 10 días cada una. Esto daba un total de 360 días, por lo que al final del año se añadían 5 días de fiesta (Fiesta de la Virtud, Fiesta del Talento, Fiesta del Trabajo, Fiesta de la Opinión y Fiesta de las Recompensas). Los años bisiestos había un día festivo más: la Fiesta de la Revolución.

- Los nombres de los meses del año fueron ideados por el poeta François Fabre d' Églantine, que buscó referencias a las estaciones del año y las tareas agrícolas. Los meses de cada estación tenían la misma terminación: los del otoño terminaban en -ario (Vendimiario, Brumario, Frimario), los del invierno acababan en -oso (Nivoso, Pluvioso, Ventoso), los de la primavera en -al (Germinal, Floreal, Prairial) y los del verano en -or ( Termidor, Fructidor, Mesidor). 

- Los diez días de cada década se llamaban primidi, duodi, tridi, quartidi, quintidi, sextidi, septidi, octidi, nonidi y décadi. El décimo día de cada década era el día de descanso para los trabajadores. Los escolares también descansaban el quinto día de cada década (quintidi). El hecho de que sólo hubiese un día de fiesta en cada década fue uno de los principales motivos de rechazo del calendario por parte del pueblo. El nuevo calendario también trastocó muchas costumbres locales, como los días de celebración de mercados y ferias.

-  Cada día del año recibió un nombre para sustituir el santoral.  El quintidi de cada década tenía nombre de animal y el décadi, nombre de herramientas de trabajo del campo. El resto de los días tenían nombres de arbustos, árboles y plantas. En este enlace podéis consultarlos todos:

http://www.educa.madrid.org/web/ies.atenea.fuenlabrada/spanish/historia/cale_republicano.pdf

- Cada día se dividió en 10 horas, cada hora en 100 minutos y cada minuto en 100 segundos. De esta manera, las horas duraban 2h 40', los minutos 1' 26'' y los segundos 0.9'' (un poco menos que el segundo sexagesimal). Aquí tenéis un reloj dividido en 10 horas, aunque también conserva la división tradicional en 24 h:



El calendario estuvo vigente hasta 1805 (año XIII), cuando Napoleón decidió regresar al calendario gregoriano, aunque ya en 1802 se habían vuelto a implantar los días de la semana y el domingo como día de fiesta, en parte como medida para congraciarse con el Papa y facilitar la firma del Concordato. El calendario republicano se restableció brevemente durante la Comuna de París en 1871 (entre el 6 y el 23 de mayo). En general, no fue muy popular entre la población, por la reducción de días de fiesta, la ruptura con la tradición y la dificultad de adaptarse a la división decimal del tiempo. Una de las escasas ventajas prácticas del calendario fue que, como todos los años eran iguales, no era necesario comprar un calendario nuevo cada año. 

Aquí tenéis un enlace a  un conversor de fechas del calendario republicano al gregoriano y viceversa: 


Investigando sobre el calendario republicano francés, descubrí algo que desconocía. Los soviéticos también tuvieron su calendario revolucionario: 

Tras la llegada de los bolcheviques al poder en 1917, la primera medida que se tomó respecto al calendario fue abandonar el calendario juliano utilizado por la Iglesia ortodoxa y sustituirlo por el calendario gregoriano. Ésta es la razón por la que la llamada Revolución de Octubre en realidad tuviese lugar entre los días 6 y 8 de noviembre del calendario gregoriano. 

En 1929, en plena época de industrialización a marchas forzadas decretada por Stalin, se decidió reorganizar el calendario para aumentar la productividad y reducir la influencia de la Iglesia ortodoxa. A propuesta de Yuri Larin, se estableció la  llamada semana de producción continua, que llevó a organizar el calendario en función de las necesidades de las fábricas: 



- El año se dividiría en 72 semanas de 5 días. Todos los meses tendrían 6 semanas de 5 días (en total, 360 días) 

- Los cinco días restantes del año serían días de fiesta no pertenecientes a ningún mes, sino intercalados entre ellos. Estas fiestas serían 22 de enero,  Día de Lenin (coincidiendo con el Domingo Sangriento), el 1 y 2 de mayo y el 7 y 8 de noviembre (aniversarios de la Revolución de Octubre)

- Los nombres de los días de la semana desaparecieron y se les asignó un color o un número romano (del I al V) 

- Los obreros trabajarían 5 días seguidos y después tendrían un día de descanso. Para que la producción en las fábricas no se detuviese, a cada obrero se le asignaba un color o un número romano, que indicaba el día de cada semana en que debería descansar

La aplicación de calendario nunca fue completa y también creó problemas a las familias, porque los días de fiesta no les coincidían si tenían colores o números distintos. La productividad tampoco aumentó como se esperaba, porque las fábricas no estaban preparadas para trabajar de manera ininterrumpida y sin paradas para mantenimiento Por ello, en 1931 se volvió a los meses tradicionales y se estableció la semana laboral de 6 días. El primer día de cada mes se convirtió en el primer día de la semana y se fijó que los días de descanso para todos los obreros serían los días 6, 12 18, 24 y 30 de cada mes. Pero aun así, fue difícil eliminar la costumbre del descanso dominical. Finalmente, en 1940 se volvió a la semana de 7 días. 


File:Soviet kalendar 1939.jpg

Calendario de 1939 con semanas de 6 días

Si queréis ampliar esta información, podéis encontrar más datos en el siguiente enlace: 

http://www.cabovolo.com/2010/11/y-la-revolucion-sovietica-llego-al.html

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Algunas viñetas satíricas sobre la Revolución Francesa

Los dibujos satíricos son un recurso de gran utilidad para conocer la visión que tenían los contemporáneos sobre los acontecimientos históricos que vivieron. La Revolución Francesa fue un periodo muy fructífero en este sentido y se puede hacer un recorrido histórico a través de las imágenes satíricas y comprobar cómo los franceses fueron perdiendo el respeto a instituciones anteriormente inamovibles del Antiguo Régimen. He aquí una breve muestra:

HAY QUE ESPERAR QUE EL JUEGO ACABE PRONTO

File:Troisordres.jpg


Éste es un dibujo muy conocido de la época de la convocatoria de los Estados Generales. Se imprimió en París en mayo de 1789. Se titula Hay que esperar que el juego acabe pronto. En él se muestra a los tres estamentos de la sociedad francesa. Se hicieron muchas versiones del mismo tema, incluso una en la que las protagonistas eran mujeres. El Tercer Estado, representado por un campesino, carga con los dos estamentos privilegiados. Los detalles de los tres personajes son muy interesantes: el noble lleva una espada "oxidada por la sangre". Del bolsillo del clérigo sale un papel que dice "pensión, ostentación" y la azada del campesino está "húmeda por las lágrimas". La aparición de perdices y liebres comiéndose las cosechas hace referencia a los derechos de caza que poseían los señores. El peso de la nación recaía sobre el Tercer Estado, formado principalmente por campesinos, que pagaban la mayor parte de los impuestos.

Ésta es la versión femenina del mismo dibujo:

Resultado de imagen de il faut esperer que ce jeu la finira bientot


La mujer del Tercer Estado se apoya en el huso de una rueca y carga sobre sus espaldas con una monja que reza y una mujer noble lujosamente vestida. 

YA SABÍA YO QUE LLEGARÍA NUESTRO TURNO

Este otro dibujo se denomina Ya sabía yo que llegaría nuestro turno. Se imprimió en París en julio de 1789 y también es una representación de los tres estamentos, pero en un sentido muy distinto del anterior. En esta ocasión es el campesino quien cabalga sobre un noble que se apoya en un clérigo, simbolizando las esperanzas de cambio social despertadas por los acontecimientos de la Asamblea Nacional Constituyente. El campesino lleva una liebre muerta colgando de la espada y las perdices yacen muertas en el suelo. Esto hace referencia a las aspiraciones de igualdad del Tercer Estado, entre ellos el fin de los privilegios señoriales respecto a la caza. Del bolsillo del campesino sobresale un papel donde está escrito "paz y concordia" y también lleva un medallón de Enrique IV, el "buen rey" y en su azada e el suelo se lee "infatigable". El clérigo porta la balanza, símbolo de la justicia, con la "igualdad y la libertad" en cada uno de sus platillos. De su bolsillo sale un papel que dice "impuesto territorial". Los tres personajes llevan la escarapela tricolor, símbolo de la revolución. El lema que encabeza el dibujo (Viva el rey. Viva la nación) deja clara la confianza que todavía entonces existía en la monarquía y la aparición de un nuevo protagonista con el que hay que contar: el pueblo francés.

Y ésta es la versión femenina del mismo dibujo, con una campesina bien vestida amamantando a un bebé y a caballo sobre una mujer noble que se apoya en la monja que sigue rezando.


Vive le roi, vive la nation J'savois ben qu'jaurions not tour.


DESPERTAR DEL TERCER ESTADO 

Reveil du tiers etat


Esta otra caricatura se titula Despertar del Tercer Estado y muestra a la nobleza y al clero horrorizados al contemplar cómo el Tercer Estado ha despertado y se está liberando de las cadenas que le impedían actuar con libertad y tomando un rifle. Al fondo se ve el asalto a la prisión de la Bastilla

HASTA NUNCA, BASTILLA

File:Adieu Bastille.jpg




Este otro dibujo se titula Hasta nunca, Bastilla. En él se ve a un miembro del Tercer Estado con la escarapela tricolor tocando una gaita, apoyado sobre un león domado que representa a la monarquía y con una cuerda atada a su pierna con la que manipula dos marionetas que representan al clero y a la nobleza. Al fondo se observa cómo se está demoliendo la Bastilla.

LA FAMILIA DE CERDOS LLEVADA DE VUELTA AL ESTABLO

La famille des Cochons ramenée dans l'étable (The family of pigs pulled to the stable)


Este dibujo fue realizado poco después del intento de huida de la familia real a Austria en junio de 1791. La familia real es representada como un grupo de cerdos con cabeza humana, que son conducidos de vuelta al establo en un carro escoltado miembros de la Guardia Nacional. Parece ser que el origen de la representación de los reyes como cerdos proviene de un texto de Camille Desmoulins escrito poco después del descubrimiento y detención de la familia real en Varennes. Desmoulins escribió "Se advierte a los ciudadanos de que un gran cerdo se ha escapado de las Tullerías. Se ruega a quienes lo encuentren que lo envíen de vuelta a su porquera". También se representó a Luis XVI como un cerdo por su insaciable apetito, que precisamente llevó a que les descubriesen en Varennes. Esta y otras caricaturas que animalizaron a los miembros de la familia real representan claramente la desacralización y pérdida de respeto a la monarquía por parte del pueblo francés. 

Aquí tenéis otros ejemplos de Luis XVI como un cerdo glotón:

ME HABÉIS CONOCIDO MUY TARDE 

i87792 Jurgens018


ESTA LECCIÓN BIEN VALE UN QUESO, SIN DUDA

i87795 Jurgens018a


María Antonieta también fue animalizada: 

  LA POULLE D'AUTRUCHE (LA GALLINA DE AUSTRIA) 

Nurse with open arms meets man playing yo-yo. c1791-1792 Verso: Ostrich with head of Marie-Antoinette holding paper constitution in its mouth. c1791-1792 Etching and roulette

Mª Antonieta es representada como una avestruz y se hace un juego de palabras con su procedencia (autruche es avestruz en francés y Autriche es Austria, lugar donde nació). Las plumas de su cola simbolizan el lujo, sus garras afiladas representan su maldad y en la boca lleva la Constitución. La frase del pie dice: "Digiero el oro y la plata con facilidad, pero no puedo tragar la Constitución". 

LOS DOS QUE NO HACEN UNO

Les deux ne font qu'un


Finalmente, este dibujo es también de 1791 y representa a Luis XVI y Mª Antonieta como un monstruo de dos cabezas tirando en direcciones opuestas. Luis XVI es representado como un cornudo y Mª Antonieta como una medusa con plumas de avestruz (de nuevo la referencia a Austria y al lujo). 

En estos enlaces tenéis más caricaturas: 

http://ww2.ac-poitiers.fr/hist_geo/IMG/swf/caricatures.swf





¿Os atrevéis a  explicar algunas más?

Cuadernos de quejas


Cuaderno de quejas de la parroquia de Lanvern

Los cuadernos de quejas eran los documentos preparatorios de la reunión de los Estados Generales en Francia. Se redactaban en cada una de las circunscripciones donde se debían elegir representantes de los tres estamentos y recogían el sentir y las aspiraciones de los habitantes del reino. Su origen se remonta al S.XIV. 

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Cuando tras más de siglo y medio el rey Luis XVI decidió convocar los Estados Generales, también dio orden de que se recogiesen las demandas de sus súbditos y también sus propuestas de reforma, para iniciar el debate cuando los estamentos del reino se reuniesen en Versalles en mayo de 1789. Los cuadernos de quejas para los Estados Generales de 1789 son documentos de extraordinario valor para conocer las inquietudes y demandas de los tres estamentos. Se redactaban en tres fases: primero, se redactaban los cuadernos en cada pueblo y parroquia urbana, en segundo lugar se recopilaban las peticiones de cada bailía (división territorial anterior a los departamentos) y finalmente se realizaba una última recopilación en tres cuadernos, uno por estamento. Los cuadernos redactados por los nobles y el clero reflejaban su intención de continuar manteniendo sus privilegios, aunque también eran conscientes de la injusticia del sistema fiscal y en algunos casos criticaban la monarquía absoluta. Pero es en los cuadernos del Tercer Estado (casi siempre redactados por los representantes de la burguesía) donde aparecen las críticas más demoledoras a la estructura del Antiguo Régimen y demandas concretas de libertad de expresión, libertad económica, eliminación del régimen feudal y sus abusos, igualdad ante la ley y la doble representación en los Estados Generales. Aquí tenéis algunos ejemplos: 


CUADERNO DE QUEJAS DE LA NOBLEZA DE LA BAILÍA DE AMONT

Art 1.- (...) Antes de tomar parte en las deliberaciones, los diputados de la Nobleza obtendrán toda la seguridad para sus propias personas, de modo que no puedan ser perseguidos en ningún tribunal en materia civil mientras dure su misión.

Art. 2.- Para dar a los Estados Generales, no sólo para esta primera reunión sino para el futuro, una forma legítima constitucional como la prescribe la equidad natural, de modo que ningún orden de ciudadanos pueda ser oprimido por otro y puedan conservar entre ellos un equilibrio perfecto de influencia y de poder, se ordena expresamente a los diputados de la Nobleza insistir y persistir para conseguir la reducción de los tres órdenes a dos.

El primero estará compuesto por el Clero noble y la nobleza laica, el segundo orden estará compuesto por el Clero no noble, y el Tercer Estado de las ciudades y los campos.

Si cada orden está compuesto por un número igual de representantes, podrá tener lugar la decisión por cabezas, pero si no existiera la igualdad numérica entre el primero y el segundo orden, entonces se votará separadamente por orden.

Pero, en todo caso, la composición del primer orden será tal que los representantes de la Nobleza serán al menos el doble que los del Clero.

Art. 3.- Se remite a la prudencia de los Estados generales fijar los limites de la influencia que tendrá la prerrogativa real sobre sus decisiones; sea que los dos órdenes opinen juntos y por cabeza, sea que opinen separadamente. Esta influencia debe ser tal que por una parte se conserve toda la dignidad de la majestad real, pero por otra la asamblea de la Nación quede investida de todo el poder que le pertenece.

Art. 4.- La conservación de exenciones personales y de distinciones de las que la Nobleza ha disfrutado en todos los tiempos, son atributos que la distinguen esencialmente y que no podrán ser atacados y destruidos sino instaurando la confusión de órdenes. El abuso que resultaría de una tal innovación es demasiado evidente para que sea necesario discutirlo. La Nobleza del bailío de Amont pide, pues, que el orden del que forma parte sea mantenido en todas sus prerrogativas personales, consintiendo, sin embargo, por el amor a la justicia y con la intención de aumentar el horror hacia los grandes crímenes, que en caso de delitos contra el orden público y las leyes de la Nación, no exista ninguna distinción en el género de castigo de los culpables (...)

Art. 6.- Suponiendo que todos los órdenes están unánimemente de acuerdo en respetar las propiedades, la Nobleza no entiende en manera alguna que va a despojarse de los derechos señoriales honoríficos y útiles como la justicia alta, mediana y baja, caza, pesca, servidumbres, tallas, corveas, {...], y cualesquiera otros. Sin embargo, en honor del nombre francés, la Nobleza consiente en la renuncia a la servidumbre personal y que aquellos de los derechos antedichos que la prudencia de los Estados generales estimen demasiado onerosos en su forma actual, puedan ser redimidos por quienes en la actualidad los soportan por medio de una indemnización convenida libremente entre los señores y las comunidades, o de acuerdo con un reglamento que será aprobado por los estados provinciales, entendiendo la Nobleza que la compra de dichos derechos no se puede hacer parcialmente en un mismo feudo sin el consentimiento del señor.

Si la movilidad de los jueces de las justicias señoriales es contestada por el Tercer estado, los diputados la defenderán con todo su poder, lo mismo que la justicia de los señores en su estado actual, y esto en interés mismo de las comunidades.

Art. 7.- Los Estados Generales proveerán al problema de que el Franco Condado no tiene manufacturas y no se pueden establecer en tanto esté sometido al imperio de leyes prohibitivas.

Art. 8.- Puesto que la posibilidad de hacer navegable el Saona en todo tiempo presenta más ventajas que gastos, los Estados generales tomarán en consideración la mejora de la navegación del Saona y el proyecto de su unión con el Mosa.

Art. 9.- Los diputados del orden de la Nobleza pedirán la ejecución en el Franco Condado del edicto en favor de los no católicos, y en consecuencia que los oficiales franceses no católicos puedan ser investidos del orden del mérito militar. (...)

Art. 12.- Los diputados pedirán, como una añadidura al derecho político del Estado, la abolición de las annatas y que se prohíba a todos los habitantes del reino dirigirse a Roma para pedir dispensas (...)

Art. 13.- Habiendo pedido los tres órdenes por un artículo común de sus quejas que los Estados Generales aconsejen sobre la mejor forma que hay que dar a los estados particulares de la provincia, los diputados de la Nobleza de la bailía de Amont insistirán para que, en la organización de dichos estados provinciales futuros, la comisión general intermediaria sea compuesta sólo de doce miembros, que se establezcan en la provincia oficinas intermediarias y en cada una de las comunidades de la provincia municipalidades electivas, las cuales serán encargadas de la administración de los asuntos de la comunidad y del reparto de impuestos. (...)

Art. 15.- En el caso de que los Estados Generales, de acuerdo con el rey, no decidan que el comercio sea libre en todo el reino, los diputados pedirán que el peaje establecido sobre el Saona y que se paga en Chalon, con perjuicio del Franco-Condado y ventaja de la Borgoña, sea suprimido.

Art. 16.- Los diputados pedirán el reconocimiento de los derechos y privilegios de la provincia tal como fue hecho por Luis XIV cuando la conquista, quedando autorizados, no obstante, a hacer el sacrificio de aquellos privilegios que parezcan inconciliables con el bien general del Estado, pero con indemnización.

Art. 17.- Sobre otras peticiones, reclamaciones y quejas que pueda hacer la Nobleza de la bailía de Amont, se remitirá a la probidad, celo y prudencia de sus diputados y a sus luces aumentadas por las instrucciones y memorias confiadas al secretario de la Cámara y que éste remitirá a los dichos diputados a los cuales esta Cámara inviste con toda la autoridad necesaria para manifestar el voto de la misma por las presentes que todos los miembros de la Cámara han firmado.

En Vesoul a 12 de abril de 1789.



CUADERNO DE QUEJAS DEL CLERO DE LA BAILÍA DE ORLEANS,  31 marzo de 1789


Religión. Que Su Majestad, a ejemplo de sus predecesores, conceda total protección, y apoyo a la religión que es la base más firme del trono, el pilar más sólido de la fidelidad de los súbditos y la salvaguarda más segura para la estabilidad de los imperios. (..)


Disciplina eclesiástica. Que se restablezca con eficacia la disciplina eclesiástica; por lo tanto, que se vigile especialmente, [...] que los arzobispos y obispos residan en sus diócesis y no puedan ausentarse de ellas sin causas justas y legítimas, reconocidas por el derecho y certificadas como tales por el metropolitano y el obispo más antiguo de la provincia; (...)

Colegios. Que se debata, en profundidad, sobre los medios adecuados para dotar a todos los colegios con maestros cultos y religiosos y que puedan igualmente formar a sus alumnos en la piedad, en las buenas costumbres y en las ciencias profanas….

Temporalidades del clero. Asignación de los curas y de los vicarios. Que se tenga consideración especial en mejorar la vida de los párrocos y de los vicarios, tanto en las ciudades como en el campo. Que se ponga remedio a esta situación aumentando la porción congrua que sigue siendo muy insuficiente para que un sacerdote pueda subsistir dignamente, sacerdote que tiene que subvenir a sus propias necesidades, pero sobre todo a las de los pobres. [...]

Administración. [...] Que se dote a la nación de un nuevo código civil y criminal; que el procedimiento se simplifique y los gastos de justicia se rebajen.

Que todos los distritos rurales dispongan de cirujnos y comadronas, obligados a atender gratuitamente a los pobres que tengan en su poder certificado de pobreza expedido por el párraco; [...]

Que se cumplan las leyes que regulan el uso legítimo del derecho a caza; que se acabe con sus frecuentes abusos, otorgando a los campesinos los medios libres y eficaces de recurrir contra culpbles, reparando exactamente los daños, debidamente comprobados, que hayan sido causados por el excesivo número de piezas de caza en las tierras de los señores.

Que se proteja la libertad personal de los ciudadanos frente al uso arbitrario de las cédulas reales de encarcelamiento o destierro.

Que se supriman todas las aduanas interiores del reino consevándose únicamente las que hacen frontera con él exterior [...]

Que se convoquen periódicamente los Estados Generales, se fije fecha para las asambleas posteriores, y la duración de reunión de lo próximos Estados de 1789 [...]

Los diputados llevarán a la Asamblea general de los Estados las peticiones del clero de este bailío.

Eliminación de la venta de cargos de judicatura, cuando el estado de la hacienda del rey lo permita.

La unificación en todo el reino de los pesos y medidas.

La plena inviolabilidad de la correspondencia entregada en las oficinas de correos, bajo la salvaguarda sagrada de la fe pública.

La rebaja de los pechos y prestaciones personales.

Los referidos diputados podrán aceptar que en un futuro todo impuesto, diferenciador entre los estamentos sea abolido.Que, igualmente, todo subsidio, contribución y cargas públicas sean repartidos entre las distintas clases de ciudadanos, en razón de sus propiedades. Que se acabe con las excepciones, privilegios y exenciones pecuniarias en el Estado. [...]

Además, se encargará a los citados diputados que, una vez que se haya procedido a evaluar la cantidad que el clero debe aportar, soliciten les sea encomendada su recaudación y reparto, para realizarlos siguiendo las formas graduales y habituales, formas a las que el mismo rey ha reconocido su equidad y su prudencia, [...] y que ha prometido solemnemente conservar [ al clero], y a las que el clero no podría renunciar sin sacrificar los intereses de sus miembros más útiles y menos acomodados…

Aprobado por la asamblea del Estamento del Clero de esta bailía

En Orleans, a 31 de marzo de 1789.


CUADERNO DE QUEJAS DE LOS CAMPESINOS DE GUYANCOURT 


1. Que todos los impuestos sean pagados por los tres órdenes, sin ninguna excepción, cada uno según sus posibilidades económicas.

2. Que haya una única ley para todo el Reino.

3. Supresión total de todas las tasas e impuestos.

4. Exención de impuestos para todas las ferias y mercados y abolición de todos los peajes.

5. Supresión de toda clase de diezmo en especie.

7. Destrucción de los pájaros, que hacen mucho daño, tanto en el tiempo de la siembra como en el de la cosecha.

8. Que los derechos de las propiedades sean sagrados e inviolables.

9. Que se aplique la justicia más rápidamente y con menos parcialidad.

10. Abolición total de las corveas, sean de la clase que sean.

16. La parroquia tiene necesidad de un vicario, teniendo en cuenta lo alejadas que están algunas granjas; también necesita un maestro y una maestra para la educación de los jóvenes.

17. Que todos los curas estén obligados a realizar todas las funciones de su ministerio sin exigir ninguna retribución



CUADERNO DE QUEJAS DEL TERCER ESTADO DE LA BAILÍA DE NANCY

1. La Asamblea pide que la persona de los diputados en los Estados Generales sea inviolable y sagrada, y durante todo el tiempo de la reunión no estén sometidos más que a la jurisdicción y la policía de los mismos Estados.

3. La Asamblea pide que sea establecido que el Tercer Estado tendrá en las Asambleas de la nación, por lo menos tantos diputados como los otros dos órdenes reunidos; que las deliberaciones se realizarán por los tres órdenes reunidos y que los votos serán contados por cabezas.


4. El objeto del que deben ocuparse esencialmente y en primer lugar, es el de asegurarse a Francia una Constitución buena y sólida, que fije para siempre y de la forma más clara posible los derechos del Trono y los de la Nación.



5. Piden como primer punto de la Constitución la reunión periódica de los Estados Generales y que la segunda sesión de los mismos sea muy próxima.



7. Se reconocerá solamente que la Nación es la única que tiene derecho a crear impuestos, es decir, a conceder o rehusar subsidios y reglamentar cuál será su montante, su uso y reparto y su duración (...).



8. Que se establezca la libertad de prensa y que se pueda, sin necesidad de censura previa ni permiso, imprimir y hacer imprimir toda clase de escritos, salvo la obligación del impresor y del autor de hacer constar sus nombres al pie de sus escritos y el riesgo de ser castigados según exigiere el caso, si el impreso incluyera cosas contrarias a la Religión, a las costumbres y al buen orden y al honor de las familias


sábado, 2 de noviembre de 2013

Presentación de la Revolución Francesa y la era napoleónica


Ésta es la presentación de la primera parte del Tema 3. Id adelantando los resúmenes, que el examen está cada vez más cerca. 

Los pobres y el control de la población

Hace unas semanas conocimos las ideas de Malthus sobre los pobres, como población excedentaria a la que no había que ayudar, porque seguirían necesitando unos alimentos que no podían ser producidos por el diferente ritmo de crecimiento de población y alimentos.  Estas ideas acerca de los pobres como un colectivo molesto existían desde hacía tiempo en la sociedad británica y también en la irlandesa. Como hemos comentado, el escritor Jonathan Swift, mundialmente conocido por su obra Los viajes de Gulliver, escribió un texto satírico para poner de manifiesto las propuestas disparatadas que se hacían para deshacerse de los pobres en Irlanda. En un tono irónico Swift proponía comerse a los niños irlandeses y explicaba con todo lujo de detalles los beneficios que la aplicación de esta medida tendría en la economía irlandesa. Éste fue su modo de criticar la penosa situación en la que se encontraban los jornaleros y campesinos pobres en su país.






Aquí tenéis el texto: 

UNA MODESTA PROPOSICIÓN
Para prevenir que los niños de los pobres de Irlanda sean una
carga para sus padres o el país, y para hacerlos útiles al público

Dublín, Irlanda, 1729

Es un asunto melancólico para quienes pasean por esta gran ciudad o viajan por el campo, ver las calles, los caminos y las puertas de las cabañas atestados de mendigos del sexo femenino, seguidos de tres, cuatro o seis niños, todos en harapos e importunando a cada viajero por una limosna. Esas madres, en vez de hallarse en condiciones de trabajar para ganarse la vida honestamente, se ven obligadas a perder su tiempo en la vagancia, mendigando el sustento de sus desvalidos infantes: quienes, apenas crecen, se hacen ladrones por falta de trabajo, o abandonan su querido país natal para luchar por el Pretendiente en España, o se venden a sí mismos en las Barbados.

Creo que todos los partidos están de acuerdo en que este número prodigioso de niños en los brazos, sobre las espaldas o a los talones de sus madres, y frecuentemente de sus padres, resulta en el deplorable estado actual del Reino un perjuicio adicional muy grande; y por lo tanto, quienquiera que encontrase un método razonable, económico y fácil para hacer de ellos miembros cabales y útiles del estado, merecería tanto agradecimiento del público como para tener instalada su estatua como protector de la Nación.

Pero mi intención está muy lejos de limitarse a proveer solamente por los niños de los mendigos declarados: es de alcance mucho mayor y tendrá en cuenta el número total de infantes de cierta edad nacidos de padres que de hecho son tan poco capaces de mantenerlos como los que solicitan nuestra caridad en las calles.

Por mi parte, habiendo volcado mis pensamientos durante muchos años sobre este importante asunto, y sopesado maduradamente los diversos planes de otros proyectistas, siempre los he encontrado groseramente equivocados en su cálculo. Es cierto que un niño recién nacido puede ser mantenido durante un año solar por la leche materna y poco alimento más; a lo sumo por un valor no mayor de dos chelines o su equivalente en mendrugos, que la madre puede conseguir ciertamente mediante su legítima ocupación de mendigar. Y es exactamente al año de edad que yo propongo que nos ocupemos de ellos de manera tal que en lugar de constituir una carga para sus padres o la parroquia, o de carecer de comida y vestido por el resto de sus vidas, contribuirán por el contrario a la alimentación, y en parte a la vestimenta, de muchos miles.

Hay además otra gran ventaja en mi plan, que evitará esos abortos voluntarios y esa práctica horrenda, ¡cielos!, ¡demasiado frecuente entre nosotros!, de mujeres que asesinan a sus hijos bastardos, sacrificando a los pobres bebés inocentes, no sé si más por evitar los gastos que la vergüenza, lo cual arrancaría las lágrimas y la piedad del pecho más salvaje e inhumano.

El número de almas en este reino se estima usualmente en un millón y medio, de éstas calculo que puede haber aproximadamente doscientas mil parejas cuyas mujeres son fecundas; de ese número resto treinta mil parejas capaces de mantener a sus hijos, aunque entiendo que puede no haber tantas bajo las actuales angustias del reino; pero suponiéndolo así, quedarán ciento setenta mil parideras. Resto nuevamente cincuenta mil por las mujeres que abortan, o cuyos hijos mueren por accidente o enfermedad antes de cumplir el año. Quedan sólo ciento veinte mil hijos de padres pobres nacidos anualmente: la cuestión es entonces, cómo se educará y sostendrá a esta cantidad, lo cual, como ya he dicho, es completamente imposible, en el actual estado de cosas, mediante los métodos hasta ahora propuestos. Porque no podemos emplearlos ni en la artesanía ni en la agricultura; ni construimos casas (quiero decir en el campo) ni cultivamos la tierra: raramente pueden ganarse la vida mediante el robo antes de los seis años, excepto cuando están precozmente dotados, aunque confieso que aprenden los rudimentos mucho antes, época durante la cual sólo pueden considerarse aficionados, según me ha informado un caballero del condado de Cavan, quien me aseguró que nunca supo de más de uno o dos casos bajo la edad de seis, ni siquiera en una parte del reino tan renombrada por la más pronta competencia en ese arte.

Me aseguran nuestros comerciantes que un muchacho o muchacha no es mercancía vendible antes de los doce años; e incluso cuando llegan a esta edad no producirán más de tres libras o tres libras y media corona como máximo en la transacción; lo que ni siquiera puede compensar a los padres o al reino el gasto en nutrición y harapos, que habrá sido al menos de cuatro veces ese valor.

Propondré ahora por lo tanto humildemente mis propias reflexiones, que espero no se prestarán a la menor objeción.

Me ha asegurado un americano muy entendido que conozco en Londres, que un tierno niño sano y bien criado constituye al año de edad el alimento más delicioso, nutritivo y saludable, ya sea estofado, asado, al horno o hervido; y no dudo que servirá igualmente en un fricasé o un ragout.

Ofrezco por lo tanto humildemente a la consideración del público que de los ciento veinte mil niños ya calculados, veinte mil se reserven para la reproducción, de los cuales sólo una cuarta parte serán machos; lo que es más de lo que permitimos a las ovejas, las vacas y los puercos; y mi razón es que esos niños raramente son frutos del matrimonio, una circunstancia no muy estimada por nuestros salvajes, en consecuencia un macho será suficiente para servir a cuatro hembras. De manera que los cien mil restantes pueden, al año de edad, ser ofrecidos en venta a las personas de calidad y fortuna del reino; aconsejando siempre a las madres que los amamanten copiosamente durante el último mes, a fin de ponerlos regordetes y mantecosos para una buena mesa. Un niño llenará dos fuentes en una comida para los amigos; y cuando la familia cene sola, el cuarto delantero o trasero constituirá un plato razonable, y sazonado con un poco de pimienta o de sal después de hervirlo resultará muy bueno hasta el cuarto día, especialmente en invierno.

He calculado que como término medio un niño recién nacido pesará doce libras, y en un año solar, si es tolerablemente criado, alcanzará las veintiocho.

Concedo que este manjar resultará algo costoso, y será por lo tanto muy apropiado para terratenientes, quienes, como ya han devorado a la mayoría de los padres, parecen acreditar los mejores derechos sobre los hijos.

Todo el año habrá carne de infante, pero más abundantemente en marzo, y un poco antes o después: pues nos informa un grave autor, eminente médico francés, que siendo el pescado una dieta prolífica, en los países católicos romanos nacen muchos mas niños aproximadamente nueve meses después de Cuaresma que en cualquier otra estación; en consecuencia, contando un año después de Cuaresma, los mercados estarán más abarrotados que de costumbre, porque el número de niños papistas es por lo menos de tres a uno en este reino: y entonces esto traerá otra ventaja colateral, al disminuir el número de papistas entre nosotros.

Ya he calculado el costo de crianza de un hijo de mendigo (entre los que incluyo a todos los cabañeros, a los jornaleros y a cuatro quintos de los campesinos) en unos dos chelines por año, harapos incluidos; y creo que ningún caballero se quejaría de pagar diez chelines por el cuerpo de un buen niño gordo, del cual, como he dicho, sacará cuatro fuentes de excelente carne nutritiva cuando sólo tenga a algún amigo o a su propia familia a comer con él. De este modo, el hacendado aprenderá a ser un buen terrateniente y se hará popular entre los arrendatarios; y la madre tendrá ocho chelines de ganancia limpia y quedará en condiciones de trabajar hasta que produzca otro niño.

Quienes sean más ahorrativos (como debo confesar que requieren los tiempos) pueden desollar el cuerpo; con la piel, artificiosamente preparada, se podrán hacer admirables guantes para damas y botas de verano para caballeros elegantes.

En nuestra ciudad de Dublín, los mataderos para este propósito pueden establecerse en sus zonas más convenientes, y podemos estar seguros de que carniceros no faltarán; aunque más bien recomiendo comprar los niños vivos y adobarlos mientras aún están tibios del cuchillo, como hacemos para asar los cerdos.

Una persona muy respetable, verdadera amante de su patria, cuyas virtudes estimo muchísimo, se entretuvo últimamente en discurrir sobre este asunto con el fin de ofrecer un refinamiento de mi plan. Se le ocurrió que, puesto que muchos caballeros de este reino han terminado por exterminar sus ciervos, la demanda de carne de venado podría ser bien satisfecha por los cuerpos de jóvenes mozos y doncellas, no mayores de catorce años ni menores de doce; ya que son tantos los que están a punto de morir de hambre en todo el país, por falta de trabajo y de ayuda; de éstos dispondrían sus padres, si estuvieran vivos, o de lo contrario, sus parientes más cercanos. Pero con la debida consideración a tan excelente amigo y meritorio patriota, no puedo mostrarme de acuerdo con sus sentimientos; porque en lo que concierne a los machos, mi conocido americano me aseguró, en base a su frecuente experiencia, que la carne era generalmente correosa y magra, como la de nuestros escolares por el continuo ejercicio, y su sabor desagradable; y cebarlos no justificaría el gasto. En cuanto a la mujeres, creo humildemente que constituiría una pérdida para el público, porque muy pronto serían fecundas; y además, no es improbable que alguna gente escrupulosa fuera capaz de censurar semejante práctica (aunque por cierto muy injustamente) como un poco lindante con la crueldad; lo cual, confieso, ha sido siempre para mí la objeción más firme contra cualquier proyecto, por bien intencionado que estuviera.

Pero a fin de justificar a mi amigo, él confesó que este expediente se lo metió en la cabeza el famoso Psalmanazar, un nativo de la isla de Formosa que llegó de allí a Londres hace más de veinte años, y que conversando con él le contó que en su país, cuando una persona joven era condenada a muerte, el verdugo vendía el cadáver a personas de calidad como un bocado de los mejores, y que en su época el cuerpo de una rolliza muchacha de quince años, que fue crucificada por un intento de envenenar al emperador, fue vendido al Primer Ministro del Estado de Su Majestad Imperial y a otros grandes mandarines de la corte, junto al patíbulo, por cuatrocientas coronas. Ni en efecto puedo negar que si el mismo uso se hiciera de varias jóvenes rollizas de esta ciudad, que sin tener cuatro peniques de fortuna no pueden andar si no es en coche, y aparecen en el teatro y las reuniones con exóticos atavíos que nunca pagarán, el reino no estaría peor.

Algunas personas de espíritu agorero están muy preocupadas por la gran cantidad de pobres que están viejos, enfermos o inválidos, y me han pedido que dedique mi talento a encontrar el medio de desembarazar a la nación de un estorbo tan gravoso. Pero este asunto no me aflige en absoluto, porque es muy sabido que esa gente se está muriendo y pudriendo cada día por el frío y el hambre, la inmundicia y los piojos, tan rápidamente como se puede razonablemente esperar. Y en cuanto a los trabajadores jóvenes, están en una situación igualmente prometedora; no pueden conseguir trabajo y desfallecen de hambre, hasta tal punto que si alguna vez son tomados para un trabajo común no tienen fuerza para cumplirlo; y entonces el país y ellos mismos son felizmente librados de los males futuros.

He divagado excesivamente, de manera que volveré al tema. Me parece que las ventajas de la proposición que he enunciado son obvias y muchas, así como de la mayor importancia.

En primer lugar, como ya he observado, disminuiría grandemente el número de papistas que nos invaden anualmente, que son los principales engendradores de la nación y nuestros enemigos más peligrosos; y que se quedan en el país con el propósito de entregar el reino al Pretendiente, esperando sacar ventaja de la ausencia de tantos buenos protestantes, quienes han preferido abandonar el país antes que quedarse en él pagando diezmos contra su conciencia a un cura episcopal.

Segundo, los más pobres arrendatarios poseerán algo de valor que la ley podrá hacer embargable y que les ayudará a pagar su renta al terrateniente, habiendo sido confiscados ya su ganado y cereales, y siendo el dinero algo desconocido para ellos.

Tercero, puesto que la manutención de cien mil niños, de dos años para arriba, no se puede calcular en menos de diez chelines anuales por cada uno, el tesoro nacional se verá incrementado en cincuenta mil libras por año, sin contar el provecho del nuevo plato introducido en las mesas de todos los caballeros de fortuna del reino que tengan algún refinamiento en el gusto. Y el dinero circulará sólo entre nosotros, ya que los bienes serán enteramente producidos y manufacturados por nosotros.

Cuarto, las reproductoras constantes, además de ganar ocho chelines anuales por la venta de sus niños, se quitarán de encima la obligación de mantenerlos después del primer año.

Quinto, este manjar atraerá una gran clientela a las tabernas, donde los venteros serán seguramente tan prudentes como para procurarse las mejores recetas para prepararlo a la perfección, y consecuentemente ver sus casas frecuentadas por todos los distinguidos caballeros, quienes se precian con justicia de su conocimiento del buen comer: y un diestro cocinero, que sepa cómo agradar a sus huéspedes, se las ingeniará para hacerlo tan caro como a ellos les plazca.

Sexto: esto constituirá un gran estímulo para el matrimonio, que todas las naciones sabias han alentado mediante recompensas o impuesto mediante leyes y penalidades. Aumentaría el cuidado y la ternura de las madres hacia sus hijos, al estar seguras de que los pobres niños tendrían una colocación de por vida, provista de algún modo por el público, y que les daría una ganancia anual en vez de gastos. Pronto veríamos una honesta emulación entre las mujeres casadas para mostrar cuál de ellas lleva al mercado al niño más gordo. Los hombres atenderían a sus esposas durante el embarazo tanto como atienden ahora a sus yeguas, sus vacas o sus puercas cuando están por parir; y no las amenazarían con golpearlas o patearlas (práctica tan frecuente) por temor a un aborto.

Muchas otras ventajas podrían enumerarse. Por ejemplo, la adición de algunos miles de reses a nuestra exportación de carne en barricas, la difusión de la carne de puerco y el progreso en el arte de hacer buen tocino, del que tanto carecemos ahora a causa de la gran destrucción de cerdos, demasiado frecuentes en nuestras mesas; que no pueden compararse en gusto o magnificencia con un niño de un año, gordo y bien desarrollado, que hará un papel considerable en el banquete de un Alcalde o en cualquier otro convite público. Pero, siendo adicto a la brevedad, omito esta y muchas otras ventajas.

Suponiendo que mil familias de esta ciudad serían compradoras habituales de carne de niño, además de otras que la comerían en celebraciones, especialmente casamientos y bautismos: calculo que en Dublín se colocarían anualmente cerca de veinte mil cuerpos, y en el resto del reino (donde probablemente se venderán algo más barato) las restantes ochenta mil.

No se me ocurre ningún reparo que pueda oponerse razonablemente contra esta proposición, a menos que se aduzca que la población del Reino se vería muy disminuida. Esto lo reconozco francamente, y fue de hecho mi principal motivo para ofrecerla al mundo. Deseo que el lector observe que he calculado mi remedio para este único y particular Reino de Irlanda, y no para cualquier otro que haya existido, exista o pueda existir sobre la tierra. Por consiguiente, que ningún hombre me hable de otros expedientes: de crear impuestos para nuestros desocupados a cinco chelines por libra; de no usar ropas ni mobiliario que no sean producidos por nosotros; de rechazar completamente los materiales e instrumentos que fomenten el lujo exótico; de curar el derroche de engreimiento, vanidad, holgazanería y juego en nuestras mujeres; de introducir una vena de parsimonia, prudencia y templanza; de aprender a amar a nuestro país, en lo cual nos diferenciamos hasta de los lapones y los habitantes de Tupinambú; de abandonar nuestras animosidades y facciones, de no actuar más como los judíos, que se mataban entre ellos mientras su ciudad era tomada; de cuidarnos un poco de no vender nuestro país y nuestra conciencia por nada; de enseñar a los terratenientes a tener aunque sea un punto de compasión de sus arrendatarios. De imponer, en fin, un espíritu de honestidad, industria y cuidado en nuestros comerciantes, quienes, si hoy tomáramos la decisión de no comprar otras mercancías que las nacionales, inmediatamente se unirían para trampearnos en el precio, la medida y la calidad, y a quienes por mucho que se insistiera no se les podría arrancar una sola oferta de comercio honrado.

Por consiguiente, repito, que ningún hombre me hable de esos y parecidos expedientes, hasta que no tenga por lo menos un atisbo de esperanza de que se hará alguna vez un intento sano y sincero de ponerlos en práctica. Pero en lo que a mí concierne, habiéndome fatigado durante muchos años ofreciendo ideas vanas, ociosas y visionarias, y al final completamente sin esperanza de éxito, di afortunadamente con este proyecto, que por ser totalmente novedoso tiene algo de sólido y real, trae además poco gasto y pocos problemas, está completamente a nuestro alcance, y no nos pone en peligro de desagradar a Inglaterra. Porque esta clase de mercancía no soportará la exportación, ya que la carne es de una consistencia demasiado tierna para admitir una permanencia prolongada en sal, aunque quizá yo podría mencionar un país que se alegraría de devorar toda nuestra nación aún sin ella.

Después de todo, no me siento tan violentamente ligado a mi propia opinión como para rechazar cualquier plan propuesto por hombres sabios que fuera hallado igualmente inocente, barato, cómodo y eficaz. Pero antes de que alguna cosa de ese tipo sea propuesta en contradicción con mi plan, deseo que el autor o los autores consideren seriamente dos puntos. Primero, tal como están las cosas, cómo se las arreglarán para encontrar ropas y alimentos para cien mil bocas y espaldas inútiles. Y segundo, ya que hay en este reino alrededor de un millón de criaturas de forma humana cuyos gastos de subsistencia reunidos las dejaría debiendo dos millones de libras esterlinas, añadiendo los que son mendigos profesionales al grueso de campesinos, cabañeros y peones, con sus esposas e hijos, que son mendigos de hecho: yo deseo que esos políticos que no gusten de mi propuesta y sean tan atrevidos como para intentar una contestación, pregunten primero a lo padres de esos mortales si hoy no creen que habría sido una gran felicidad para ellos haber sido vendidos como alimento al año de edad de la manera que yo recomiendo, y de ese modo haberse evitado un escenario perpetuo de infortunios como el que han atravesado desde entonces por la opresión de los terratenientes, la imposibilidad de pagar la renta sin dinero, la falta de sustento y de casa y vestido para protegerse de las inclemencias del tiempo, y la más inevitable expectativa de legar parecidas o mayores miserias a sus descendientes para siempre.

Declaro, con toda la sinceridad de mi corazón, que no tengo el menor interés personal en esforzarme por promover esta obra necesaria, y que no me impulsa otro motivo que el bien público de mi patria, desarrollando nuestro comercio, cuidando de los niños, aliviando al pobre y dando algún placer al rico. No tengo hijos por los que pueda proponerme obtener un solo penique; el más joven tiene nueve años, y mi mujer ya no es fecunda.

Probablemente Jonathan Swift habría discrepado con Thomas Malthus, uno de los pensadores de la Escuela Clásica, que consideraba que ayudar a los pobres no servía de nada y que había de dejar de invertir recursos en ayudarles a subsistir. En el siguiente enlace tenéis información sobre  las llamadas Leyes de Pobres en el Reino Unido, contra las que Thomas Malthus arremetió:

http://www.eumed.net/tesis-doctorales/jcrc/C-07.pdf

Y éstas son las declaraciones del ministro japonés de Finanzas sobre lo que deben hacer los ancianos japoneses para reducir el gasto del Estado en pensiones: 

http://www.elmundo.es/elmundo/2013/01/22/internacional/1358870209.html

Como podéis ver, las ideas del S.XVIII siguen vigentes hoy en día.