sábado, 28 de septiembre de 2013

JOSÉ I DE PORTUGAL Y LAS REFORMAS DEL MARQUÉS DE POMBAL

José I de Portugal fue nombrado rey tras la muerte de su padre. Durante su reinado (1750-1777) hizo una serie de reformas, todas ellas con el fin de restaurar el orden de su reino y reforzar su poder. José I de Portugal tuvo como primer ministro a Sebastião José de Carvalho e Melo, más conocido como Marqués de Pombal, el cual le ayudó en todas las reformas.  Pombal fue primer ministro durante todo el reinado de José I.


Rey Jose I de Portugal

Marqués de Pombal

Las primeras medidas que tomaron en esos años estaban relacionadas con la seguridad y la eliminación de la delincuencia y con la eficacia de la Administración de Justicia. José I de Portugal y su ministro, con la organización del Estado, querían lograr dos fines: la centralización del poder y la eficiencia de los servicios públicos.
Sus reformas  intentaron conseguir el desarrollo productivo y  crear una estructura empresarial y capitalista.
Sus reformas fueron económicas, religiosas y por ultimo educativas.  Todas ellas fueron conocidas como Pombalinas, ya que la mayoría fueron decididas por el Marqués de Pombal, bajo la supervisión del Rey.

Reformas Económicas: el gobierno trató de aumentar la producción de la nación con respecto a la producción extranjera, para así desarrollar el comercio colonial y el desarrollo de las fábricas. El marqués creó una serie de estímulos fiscales para el desarrollo de un  pequeño mercado en Portugal. De esta manera surgieron pequeñas industrias, las cuales producían los bienes más variados.

Dentro de las reformas económicas, también encontramos la creación del Banco Real en el año 1751. Con esto, el ministro, estableció una nueva forma de administrar la recaudación de impuestos.

En Brasil, la mayor colonia portuguesa, también hubo reformas económicas desde la mano del       Marqués. La administración de la colonia  debía tener siempre como meta la generación de riquezas para la metrópoli. Ese principio no se alteró bajo la administración del Marqués, sino que más bien se intensificó.

En 1755 y 1759, se crearon empresas monopolistas destinadas a activar las actividades económicas en el Norte y Nordeste de la colonia. En las regiones mineras, instituyó la derrama (tasa per cápita), con el objetivo de obligar a los empresarios mineros a pagar los impuestos atrasados. Estas tasas debían ser pagadas en kilos de oro, que la colonia debía enviar de manera fija a Portugal.

Reformas Religiosas: Con estas reformas, el primer ministro quería fortalecer el absolutismo del rey. Por lo tanto, recortó los poderes de la Iglesia poniendo a la Inquisición bajo el control del Estado.  La Inquisición no fue totalmente eliminada,  pero su poder se vio muy reducido con una serie de decisiones que le quitaron autoridad:

  • Obligó a los nobles portugueses antisemitas que tuviesen hijos en edad de matrimonio a casarlos con familias judías.


  • Promulgó una ley que acababa con las diferencias entre cristianos viejos y cristianos nuevos. Se prohibió usar el término "cristiano nuevo". Las penas eran muy estrictas: para el pueblo llano,  apaleamiento en la plaza pública y exilio en Angola, para los nobles, pérdida de títulos y para el clero,  la expulsión de Portugal.


  • Publicó un decreto que obligaba a la Inquisición a no organizar en Portugal autos de fe.


Además,  en 1759, expulsó a los jesuitas del reino confiscando todos sus bienes y alegando que la Compañía de Jesús funcionaba como un poder autónomo dentro del Estado portugués.  También en este mismo año, el Marqués cerró los conventos y limitó las donaciones a las instituciones religiosas para restringir la evasión fiscal.  

Reformas Educativas: En el terreno de la educación, hizo un gran cambio. Las instituciones educativas, que hasta entonces pertenecían a la  iglesia, pasaron a estar bajo control del Estado.

Dentro de esta reforma educativa, también se incluyó la reforma universitaria. Esta reforma incluía el final de la prohibición de alumnos o profesores de ascendencia judía en las fundaciones educativas.

Otro ejemplo de la eficaz intervención de Pombal fue su actuación tras el terremoto de Lisboa: El 1 de noviembre de 1755 Lisboa fue sacudida por un violento temblor de tierra. La ciudad fue destrozada por el terremoto, por el maremoto y afectada por los incendios que siguieron. El Marqués de Pombal  trató inmediatamente de reconstruir la ciudad, de acuerdo con la famosa frase: 
"¿Y ahora? Se entierra a los muertos y se da de comer a los vivos".

Reconstrucción de Lisboa tras el terremoto

Lisboa justo después del terremoto

Desastres del terremoto

Antes de que pasara un año, Lisboa ya estaba reconstruida, pero desafortunadamente, el proyecto de Pombal no tuvo continuidad entre sus sucesores.
El diseño de la ciudad lo realizó un grupo de arquitectos, durante este proyecto, se probaron distintos modelos, simulando los terremotos en las edificaciones nuevas. Los edificios y plazas reconstruidas por Pombal siguen existiendo hoy en día, y son una de las atracciones turísticas de Lisboa. El Marqués realizó también una importante encuesta que envió a todas las parroquias del país. Con estas preguntas, permitieron a los científicos portugueses reconstruir el evento con la mayor exactitud posible y marcaron el nacimiento de la sismología como ciencia.

Pombal Mostrando la nueva Lisboa

El terremoto de Lisboa dejó huellas profundas en el pensamiento europeo. Se discutía si el seísmo había ocurrido por causas naturales o por obra divina. La Iglesia lo interpretó como castigo de Dios.
Tras este seísmo, el cual surgió durante la época de la Ilustración, el pensamiento cambió y los intelectuales de la época a la vez con él.
Un modelo de la política ilustrada de Pombal es Vila Real de San Antonio, el nuevo pueblo construido  en 1774  por el Marqués de Pombal en la desembocadura del Guadiana para centralizar  la pesca junto a la frontera española. Este pueblo sustituyó a una anterior villa llamada Santo António da Arenilha. Pero como los pescadores se negaban a trasladarse al nuevo pueblo, Pombal hizo quemar sus  viviendas para obligarlos a trasladarse. Este  pueblo portugués es un claro ejemplo del famoso pensamiento de “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”,   el cual demuestra claramente la idea de que los gobernantes decidían por sus súbditos sin tener en cuenta su opinión. 

Vila Real de San Antonio(Portugal)

Estación de Vila Real de San Antonio(Portugal)

Sin embargo, su actuación  consiguió el efecto contrario, pues muchos pescadores se mudaron a las villas de  La Higuerita  Ayamonte, en España.

Espero que os haya gustado! 

Nos vemos el Lunes :D

Fuentes:

2 comentarios:

Paqui Pérez Fons dijo...

Muy buen trabajo, Laura. El marqués de Pombal era todo un personaje y acumuló mucho poder. Por su poder, recuerda un poco a los validos del S. XVII en la Monarquía Hispánica.

Cuando murió José I, su sucesora, María I, tenía tanta manía al Marqués de Pombal que decretó una especie de orden de alejamiento contra él: debía mantenerse a una distancia mínima de 20 millas de ella. Si en algún viaje la reina de acercaba al lugar donde vivía el marqués, le obligaban a alejarse de ella.

Algo que no has puesto es que abolió la esclavitud en Portugal y en colonias de la India, pero no en Brasil. Pero por lo demás está bastante completo. Incluye las fuentes (páginas consultadas) al final.

Bye!

Paqui Pérez Fons dijo...

Otra cosa: pon como etiquetas Despotismo Ilustrado y Antiguo Régimen.