domingo, 10 de noviembre de 2013

Calendarios revolucionarios




Como estudiamos hace unos días, los representantes de la Convención Montañesa o Jacobina aprobaron un nuevo calendario en 1793, a propuesta del matemático Charles-Gilbert Romme, que fue encargado de buscar una organización más científica del tiempo, más basada en el movimiento de los astros (la Tierra y el Sol) y con mayor relación con las estaciones del año y las costumbres del pueblo. Romme contó con la colaboración de los astrónomos Laplace, Lalande y Delambre e intentó aplicar criterios racionales al calendario, eliminando toda reminiscencia religiosa y adaptándolo al sistema métrico decimal. Por ello, se tomó como punto de partida el número 10 para organizar los días del año y se decidió que éste comenzase el día del equinoccio de otoño (21 de septiembre), que además coincidía con el aniversario de la proclamación de la I República.

- Se estableció que el año I comenzaría el 21 de septiembre de 1792, fecha de la proclamación de la I República por la Convención Nacional. 

- El año se dividió en 12 meses de 30 días, divididos en tres décadas de 10 días cada una. Esto daba un total de 360 días, por lo que al final del año se añadían 5 días de fiesta (Fiesta de la Virtud, Fiesta del Talento, Fiesta del Trabajo, Fiesta de la Opinión y Fiesta de las Recompensas). Los años bisiestos había un día festivo más: la Fiesta de la Revolución.

- Los nombres de los meses del año fueron ideados por el poeta François Fabre d' Églantine, que buscó referencias a las estaciones del año y las tareas agrícolas. Los meses de cada estación tenían la misma terminación: los del otoño terminaban en -ario (Vendimiario, Brumario, Frimario), los del invierno acababan en -oso (Nivoso, Pluvioso, Ventoso), los de la primavera en -al (Germinal, Floreal, Prairial) y los del verano en -or ( Termidor, Fructidor, Mesidor). 

- Los diez días de cada década se llamaban primidi, duodi, tridi, quartidi, quintidi, sextidi, septidi, octidi, nonidi y décadi. El décimo día de cada década era el día de descanso para los trabajadores. Los escolares también descansaban el quinto día de cada década (quintidi). El hecho de que sólo hubiese un día de fiesta en cada década fue uno de los principales motivos de rechazo del calendario por parte del pueblo. El nuevo calendario también trastocó muchas costumbres locales, como los días de celebración de mercados y ferias.

-  Cada día del año recibió un nombre para sustituir el santoral.  El quintidi de cada década tenía nombre de animal y el décadi, nombre de herramientas de trabajo del campo. El resto de los días tenían nombres de arbustos, árboles y plantas. En este enlace podéis consultarlos todos:

http://www.educa.madrid.org/web/ies.atenea.fuenlabrada/spanish/historia/cale_republicano.pdf

- Cada día se dividió en 10 horas, cada hora en 100 minutos y cada minuto en 100 segundos. De esta manera, las horas duraban 2h 40', los minutos 1' 26'' y los segundos 0.9'' (un poco menos que el segundo sexagesimal). Aquí tenéis un reloj dividido en 10 horas, aunque también conserva la división tradicional en 24 h:



El calendario estuvo vigente hasta 1805 (año XIII), cuando Napoleón decidió regresar al calendario gregoriano, aunque ya en 1802 se habían vuelto a implantar los días de la semana y el domingo como día de fiesta, en parte como medida para congraciarse con el Papa y facilitar la firma del Concordato. El calendario republicano se restableció brevemente durante la Comuna de París en 1871 (entre el 6 y el 23 de mayo). En general, no fue muy popular entre la población, por la reducción de días de fiesta, la ruptura con la tradición y la dificultad de adaptarse a la división decimal del tiempo. Una de las escasas ventajas prácticas del calendario fue que, como todos los años eran iguales, no era necesario comprar un calendario nuevo cada año. 

Aquí tenéis un enlace a  un conversor de fechas del calendario republicano al gregoriano y viceversa: 


Investigando sobre el calendario republicano francés, descubrí algo que desconocía. Los soviéticos también tuvieron su calendario revolucionario: 

Tras la llegada de los bolcheviques al poder en 1917, la primera medida que se tomó respecto al calendario fue abandonar el calendario juliano utilizado por la Iglesia ortodoxa y sustituirlo por el calendario gregoriano. Ésta es la razón por la que la llamada Revolución de Octubre en realidad tuviese lugar entre los días 6 y 8 de noviembre del calendario gregoriano. 

En 1929, en plena época de industrialización a marchas forzadas decretada por Stalin, se decidió reorganizar el calendario para aumentar la productividad y reducir la influencia de la Iglesia ortodoxa. A propuesta de Yuri Larin, se estableció la  llamada semana de producción continua, que llevó a organizar el calendario en función de las necesidades de las fábricas: 



- El año se dividiría en 72 semanas de 5 días. Todos los meses tendrían 6 semanas de 5 días (en total, 360 días) 

- Los cinco días restantes del año serían días de fiesta no pertenecientes a ningún mes, sino intercalados entre ellos. Estas fiestas serían 22 de enero,  Día de Lenin (coincidiendo con el Domingo Sangriento), el 1 y 2 de mayo y el 7 y 8 de noviembre (aniversarios de la Revolución de Octubre)

- Los nombres de los días de la semana desaparecieron y se les asignó un color o un número romano (del I al V) 

- Los obreros trabajarían 5 días seguidos y después tendrían un día de descanso. Para que la producción en las fábricas no se detuviese, a cada obrero se le asignaba un color o un número romano, que indicaba el día de cada semana en que debería descansar

La aplicación de calendario nunca fue completa y también creó problemas a las familias, porque los días de fiesta no les coincidían si tenían colores o números distintos. La productividad tampoco aumentó como se esperaba, porque las fábricas no estaban preparadas para trabajar de manera ininterrumpida y sin paradas para mantenimiento Por ello, en 1931 se volvió a los meses tradicionales y se estableció la semana laboral de 6 días. El primer día de cada mes se convirtió en el primer día de la semana y se fijó que los días de descanso para todos los obreros serían los días 6, 12 18, 24 y 30 de cada mes. Pero aun así, fue difícil eliminar la costumbre del descanso dominical. Finalmente, en 1940 se volvió a la semana de 7 días. 


File:Soviet kalendar 1939.jpg

Calendario de 1939 con semanas de 6 días

Si queréis ampliar esta información, podéis encontrar más datos en el siguiente enlace: 

http://www.cabovolo.com/2010/11/y-la-revolucion-sovietica-llego-al.html

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